martes, abril 23

TERCER DIA DE ACAMPE VILLERO EN EL OBELISCO

La carpa de los vecinos nucleados en la Corriente Villera Independiente (CVI) se mantenía hoy levantada a metros del Obelisco en demanda de la urbanización de esos barrios, por tercer día consecutivo a la espera de una respuesta del gobierno porteño.
«No hubo novedad por parte del gobierno. Algunos funcionarios se pasean por los medios de comunicación diciendo que tienen vocación de diálogo. ¿De qué nos sirve volver a sentarnos en una mesa a hablar si ya lo hicimos miles de veces?», dijo Rafael Klejzer, referente de la CVI.
La carpa se levantó el lunes pasado a la mañana y al mediodía, tras una conferencia de prensa, unos 300 habitantes de todas las villas porteñas dieron comienzo a una huelga de hambre líquida rotativa de seis huelguistas cada cinco días, sobre la plaza de la República, a metros del Obelisco, sin interrumpir el tránsito vehicular.
«Lo que nosotros queremos son soluciones, no diálogo. Porque nuestros pibes se mueren electrocutados a causa del deficitario tendido eléctrico y muchos vecinos siguen sufriendo permanentes inundaciones en la mayor parte de los barrios», señaló Klejzer.
Desde el lunes, «no vino ningún funcionario pero sí numerosas organizaciones sociales ofreciendo su solidaridad. Eso es muy importante para nosotros», afirmó el representante de la CVI.
Para los huelguistas, la CVI organizó guardias médicas permanentes con la ayuda de profesionales de la salud, que se ofrecieron a hacer un seguimiento de las personas que siguen el ayuno.
«La huelga es una acto de amor y justicia, no un daño para nuestros cuerpos», había dicho el lunes Klejzer al dar por iniciada la medida.
En todas las paredes de la carpa se leen los puntos que los habitantes de esos barrios piden a Mauricio Macri: declarar la emergencia habitacional, socioambiental, sociosanitaria y socioeducativa en las villas; la urbanización con radicación; una auditoría de las cooperativas y empresas que trabajan en los barrios; la regulación de alquileres y subsidios habitacionales, y la no criminalización de la pobreza.

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