viernes, abril 19

CHICHA MARIANI. LA BÚSQUEDA ETERNA

por Liliana Valle

María Isabel «Chicha» Mariani pudo tener en brazos a su nieta Clara Anahí los tres primeros meses de vida, hasta que una patota criminal se la llevó de su casa luego de asesinar a su madre sin que hasta hoy, 37 años después, esa fotografía que la acompañó por todo el mundo con la imagen de la beba recostada en un ‘bebesit’ haya podido ser actualizada.
Entre placas de reconocimiento, carpetas y documentos que sobrevivieron a la inundación de 2013, Mariani recibió a Télam en su casa de La Plata reconociendo que «el recuerdo desgasta», pero insiste en su búsqueda alentada por el «despertar de la gente y de los jóvenes» que se acercan con nuevos datos que la puedan aproximar a la verdad.
Con 91 años, y la lucidez intacta, «Chicha», una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, reconstruyó una parte de aquel 24 de noviembre de 1976 en que uniformados robaron a su nieta en un operativo comandado por Ramón Camps y Guillermo Suárez Mason, en la casa donde murieron acribillados cinco militantes de la Juventud Peronista, entre ellos la madre de su nieta y meses después, Daniel Mariani, su único hijo.
«Chicha» quiso recordar, aunque se quiebre más de una vez, la historia de esa búsqueda solitaria que nació el día que llevaron a Clara Anahí en una camioneta: «Yo era una total ignorante de todo. Era profesora de Historia del Arte, me dediqué a acompañar a mi marido que era director de orquesta y no sabía ni siquiera viajar sola a Buenos Aires», comenzó Mariani.
«En 1977 una empleada del juzgado de menores me habló de ‘unas señoras que buscan a sus hijos’ y yo no entendía, pero después de varias veces que me lo dijo, me dio la dirección de ‘Licha’ (Alicia Zubasnabar de De la Cuadra), y fui a verla», relató.
Para «Chicha», ese fue «el día que Alicia y yo creamos a Abuelas, en su casa, cuando fui a buscarla para trabajar juntas» y la lucha colectiva y visible se produjo poco después cuando se encontraron con otras madres de desaparecidos.
«La primera aparición pública fue en la Plaza San Martín el 21 de noviembre de 1977 cuando una docena de madres-abuelas fuimos al acto en el que Cyrus Vance (secretario de Estado del entonces presidente de los EE.UU., Jimmy Carter), colocaba una ofrenda floral en el monumento al Libertador», continuó.
«Chicha» llegó ese día con un escrito en su cartera tal como le había indicado De la Cuadra entregarle a Vance.
«Cuando entro a la Plaza me impresiono por la cantidad de policías con perros y veo frente mío a un grupo de señoras que se coloca un pañuelo en la cabeza y empieza a pedir por sus hijos», evocó.
«Chicha» aseguró tener aún en su cabeza la imagen de una de ellas corriendo hacia donde estaba: «Era Azucena Villaflor (fundadora de Madres de Plaza de Mayo) que me pregunta si había entregado mi escrito. Yo se lo doy y ella, corriendo, se lo alcanza. Para mí, ése es el día que nace Abuelas», insistió.
Aprendió a «llorar a escondidas para no contagiar a las demás con nuestras penas. Había que buscar, pensar, idear…. en Abuelas hemos tenido una creatividad inmensa», agregó.
«Chicha» reemplazó a De la Cuadra en la conducción de Abuelas y estuvo al frente hasta 1989, año en que abandonó la institución y cinco años después nació la asociación Anahí, dedicada a recuperar la memoria colectiva preservando documentos y difundiendo información sobre el pasado reciente.
Está convencida de que «siempre trabajamos con la justicia, pero no estoy muy segura de que la justicia haya trabajado con nosotros» y de las investigaciones judiciales, rescata los detalles dados por el ex soldado Juan Carlos Elso en el juicio que en 2012 investigó la represión en el denominado «Circuito Camps», rompiendo con el miedo guardado durante 36 años y relatando el momento en que se llevaban a Clara Anahí de su casa.
Mariani fue presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo en 1983 cuando nació como asociación civil y sigue siendo la única que pasó por ese cargo sin encontrar a su nieta.
La primera presidenta de Abuelas fue Alicia Zubasnabar de De la Cuadra, «Licha», quien falleció en 2006 y no llegó a conocer a su nieta, hija de Héctor Carlos Baratti y Elena De la Cuadra, restituída este año; le siguió «Chicha» quien sigue buscando a su nieta.
Hoy preside la institución Estela Carlotto quien el 5 de agosto recuperó a su nieto Ignacio Montoya Carlotto, hijo de Walmir Montoya y de Laura Carlotto.
«El día después de que se conoció la noticia, el teléfono no paró de sonar hasta las 12 de la noche, con gente que daba pequeños datos y que después tenemos que unir», dijo «Chicha», al recordar aquel 5 de agosto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *