viernes, abril 19

AVELLUTO APUESTA A LO FEDERAL

«El presupuesto siempre es poco, pero por supuesto que no va a bajar», aseveró hoy el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, quien una semana después de asumir destacó que la cooperación con las provincias, junto a la preservación y ampliación del patrimonio, están entre sus prioridades.
Avelluto adelantó que en este nuevo mandato, el Ministerio funcionará con tres secretarías en lugar de cuatro; en tanto que el nuevo gabinete, encabezado por Julieta García Lenzi, «será dado a conocer el próximo lunes».
Las áreas de Patrimonio Nacional, a cargo de Américo Castilla; de Cooperación con las Provincias y el Exterior, que encabezará Iván Petrella; y la de Cultura y Creatividad, dirigida por Enrique Avogadro, conformarán el organismo que deja atrás el área de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional y Latinoamericano.
Optimizar recursos, garantizar la cultura de manera «innovadora» y «al margen de tensiones partidarias»; mantener «programas eficaces como el del Servicio de Información Cultural de Argentina (SINCA)»; y asegurar «la gratuidad de museos», son algunos de los objetivos expuestos por Avelluto.
El ministro también planteó mantener iniciativas «muy buenas» como «la programación cultural de la Biblioteca Nacional, un concurso de bandas de rock con gran sentido federal, el Plan Nacional de Lectura y la Conabip, ahora a cargo de Leandro De Sagastizábal, una institución importantí­sima para los argentinos, una herramienta de acceso para mucha gente a la lectura».
«Si una polí­tica cultural se ‘autonomiza’ de las disputas ideológicas y partidarias se puede trabajar maravillosamente bien», destacó y defendió luego la elección por concurso de nuevas autoridades en los museos.
«Si bien algunos directores continuarán, los museos deben estar al margen de las tensiones partidarias, hay que nombrar cargos interinos hasta que se formalicen los concursos y esto será en un periodo de uno a dos años», afirmó.
– ¿Con qué escenario se encontró?
– Avelluto: Con muchos problemas de infraestructura; estamos con la reorganización de todo el ministerio, y si bien desaparece el área que dirigía Ricardo Forster, no sus programas. Los estamos evaluando.
– El 0,60 por ciento del presupuesto anual estuvo destinado a todas las actividades culturales estatales y un 0,25 a este Ministerio, ¿Va a pelear por más, qué áreas fortalecerá?
– A: El presupuesto siempre es poco y el ministro Alfonso Prat Gay ya sabe que me tendrá golpeándole la puerta a cada rato, pero tenemos una extraordinaria relación, y en Cultura, con poco, hacés mucho. No tengo que construir hospitales ni rutas.
Aún tenemos que mirar el relevamiento y es imprescindible el SInCA, nuestro Indec bueno como le digo, donde están los presupuestos de de la Nación y las provincias. Necesitamos dinero para infraestructura y cooperación, el objetivo no es ahorrar, sino eliminar duplicaciones, gestionar bien. El Estado no siempre es un buen administrador, pero por supuesto que necesitamos más plata y que no se pierda en el camino.
Nuestra principal responsabilidad es cuidar la plata de la gente, conseguir mejores mecanismos de financiación, lograr una ley de mecenazgo nacional, financiar proyecto de forma innovadora. Exijo y se me exige ser muy cuidadoso con los recursos públicos. Por supuesto que el presupuesto mínimo no va a bajar.
– ¿Qué rol tendrán las secretarías en este panorama?
– A: La de gestión patrimonial que encabeza Castilla, un hombre de mucho prestigio y conocimiento, tiene como núcleo preservar el patrimonio material e inmaterial, ponerlo a disposición de todos, ampliarlo y expandirlo.
Por su parte Petrella, director académico de la Fundación Pensar -el ‘think tank’ del PRO- manejará las relaciones con las provincias y los municipios; así como la posibilidad de promocionar la cultura argentina en el exterior junto a Cancillerí­a, una prioridad.
Y Cultura y Creatividad, a cargo de Enrique Avogadro, que es un poco mi mano derecha, trae un enfoque más moderno, centrado en la innovación y la creatividad.
–  ¿Cómo se articularán estas áreas?
– A: Más allá de las dependencias y del organigrama, la idea es integrar un único equipo. A veces el Estado se va parcelando y nuestra visión es transversal. Habí­a muchas repeticiones, programas y acciones parecidos y, por eso, decidimos modificar la estructura.
– Usted habló de innovación ¿Cómo lleva a la práctica?
– A: Con una gestión más moderna que no implica sólo la programación clásica de actividades, sino usar Internet, realizar intercambios entre provincias y entender el organigrama como una pirámide invertida, donde el sentido final es el contacto de los ciudadanos con las manifestaciones culturales argentinas, como consumidores, creadores y productores de cultura.
Esto implica reducir las inequidades en términos de acceso a la cultura. Antes habí­a cierta competencia, ­un circuito porteño y otro nacional alojado en la ciudad que no se hablaban, pero ahora una de nuestras ventajas es la posibilidad de coordinar con ciudad de Buenos Aires y la provincia.
Vamos a poner mucho foco en el interior y el conurbano porque, por ejemplo, si te gusta la música clásica y viví­s en ciudad de Buenos Aires tenés una buena oferta, pero si viví­s en Chaco o Isidro Casanova no. Nuestro trabajo es derribar barreras simbólicas, económicas y geográficas.
–  ¿De qué manera se plantean trascender esos límites?
– A: Los atravesás de prepo o las pasás por arriba, puede ser llevando colecciones de museos nacionales a las provincias, Internet para que la gente pueda ver su patrimonio, o músicos de un lugar a otro.
–  ¿Qué valor tiene la gratuidad en esas iniciativas?
– A: En el caso de los museos nacionales, estoy convencido de que la gente ya pagó, en el caso de los conciertos es distinto porque del mismo modo que no me imagino un Teatro Colón gratuito, sí­ tiene que haber funciones populares para que sean accesibles; aunque al mismo tiempo debe garantizarse el acceso a través de medios audiovisuales.
– ¿Por qué no las salas de conciertos?
-A: Es discutible, no digo que no. Una cosa es escuchar a la Sinfónica Nacional o a los elencos oficiales, distinto es el caso de obras de teatro o de un músico extranjero, pero por supuesto que el Estado tiene que subsidiar la política cultural.
– ¿Cuál será la vara con la que se definirá qué subsidiar?
-A: Se tiene que subsidiar la calidad y la diversidad, no en función de afinidades políticas e ideológicas de los artistas. Lo que está claro es que el Estado debe avanzar en los lugares a adonde el mercado no llega, como el teatro experimental o la música contemporánea. Está muy bien que haya espectáculos gratuitos, no estamos contra eso y lo va a seguir habiendo, pero el Estado no es otro productor de espectáculos.
Sí hay que desarrollar y ayudar a emprendedores culturales, parte de nuestra política es generar el crecimiento de la industria cultural porque son más fuentes de trabajo.
– ¿Está garantizado el número de empleados del Ministerio?
-A: La información que tenemos es que hay 4.000 personas y lo que estamos averiguando es lo que hace cada uno. Primero que estén, después, qué hacen. Lo que sabemos es que ha habido un crecimiento importante en los últimos dos años que todaví­a no ha sido debidamente explicado, como pases a la plata transitoria firmados en las últimas semanas.
– ¿Qué puede ocurrir con esas revisiones?
-A: Que haya gente que deba seguir y gente que no. Contratos que se pueden renovar y que no.

Fuente: Télam

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