jueves, marzo 28

575 INMUEBLES PROTEGIDOS

A través de 71 leyes aprobadas este año, la Legislatura porteña protegió en diversos niveles el patrimonio arquitectónico de la Ciudad; en muchos casos directamente prohibiendo la demolición o el cambio de la estructura de los inmuebles. También limitó alturas para la construcción de edificios en algunos barrios.

Los edificios, las casas y otros elementos urbanos, toda vez que conllevan una significación patrimonial, constituyen atributos sustantivos de la Ciudad. En efecto, contribuyen a fortalecer la relación de los ciudadanos con su entorno, pues tales objetos patrimoniales son referencias materiales del pasado, son percibidas como tales por la comunidad, y según los casos, se destacan por sus valores históricos, artísticos o simbólicos. En este contexto, la preservación del patrimonio urbano tiende a enriquecer y consolidar la calidad del espacio público, sea en las áreas centrales como en cada uno de los diversos barrios.

Es así como la mayor cantidad de construcciones protegidas en las leyes de 2010 se fundamentan en razones arquitectónicas e históricas. El beneficio alcanzó a: el edificio de la Comisión Nacional de Energía Atómica (Libertador 8250), el Museo Isaac Fernández Blanco (Suipacha 1422), la Residencia Landajo (Juncal 1319), la Asociación Argentina de Actores (Alsina 1762), una casa estilo art decó en Ecuador 979, La Casa del Poeta (Superí 1924), una casa de medio patio en Suipacha 50, sede de la Gran Logia de Masones (Perón 1242), el ex cine Gran Rivadavia (Av. Rivadavia 8636), el mercado de Abasto, el Puente Alsina, el Palacio Estrugamou de Salta 1007/27, la “Casa de Leopoldo Lugones” en Uruguay 1371, y los inmuebles de Arribeños 1272, 11 de Septiembre 1281, Solís 1478 y Uruguay 1296.

A ellos se suman los protegidos por leyes aprobadas en primera lectura -para su sanción definitiva deben volver a ser votados positivamente luego de pasar por una Audiencia Pública-. Son 9 inmuebles en la calle Malasia, 11 edificios en la calle Posadas, 16 en Ciudad de la Paz y Gorostiaga, 7 inmuebles en la calle Tronador, el ex Cine Teatro Versailles, la “casa del árbol” de Virrey del Pino 2446, una residencia en Mendoza 3108, la chimenea del inmueble en Larrazábal 728, la Facultad de Psicología (Independencia 3051) y el Mercado Urquiza de Monroe 5114.

Los edificios de varios hospitales porteños fueron también protegidos debido a su valor arquitectónico: el Santa Lucía, el Rivadavia, el Muñiz (sus 26 pabellones), el Moyano (12 pabellones), el Borda (5 pabellones) y el Centro de Salud Mental Nº3 (Av. Córdoba 3120).

También se aprobaron leyes de protección a grupos de inmuebles con un valor arquitectónico en común: 14 obras del Arq. Virginio Colombo, 48 obras del Arq. Alejandro Bustillo, 12 construcciones de tipo “Petit Hotel” y “Hotel Particulier”, 4 mercados de abastecimiento, 62 casas de estilo neocolonial, “Casas Bomba” de Caballito y de Devoto, 36 usinas de estilo italiano y 2 edificios del Antiguo Matadero.

Y, en otros casos, se le dio importancia a su valor cultural o sentimental, como La Imprenta y La Cuadra, cuyas estructuras no son originales debido a las constantes reformas, pero que su posible desaparición preocupó a los vecinos de la zona de Palermo que lleva su nombre. La Legislatura se hizo eco de ello y aprobó en primera lectura su protección estructural, impidiendo preventivamente todo intento de demolición.

Por otro lado, la Legislatura determinó características específicas en algunas zonas, determinando una altura máxima para la construcción y la relación entre áreas verdes y edificadas. Tal es el caso de todas las parcelas frentistas a lo largo de 19 cuadras en la Av. Salvador María del Carril y La Pampa; 43 edificios en un perímetro de Floresta; 5 inmuebles en el Pasaje Butteler; 59 “casas baratas en barrio Agronomía”; la “Santa casa de ejercicios espirituales”; 17 inmuebles en Av. Pedro de Mendoza; la Plaza Belgrano y entorno; la eliminación de apertura de la calle Pedro Grote; y el Barrio San Vicente de Paul. En primera lectura se incluyó un polígono en Villa Pueyrredón, el “Entorno de Plaza Lavalle”, un polígono en La Boca y 175 inmuebles en el casco histórico porteño.

Los diputados que más trabajaron proyectos de protección edilicia son Silvina Pedreira (Peronista), presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano; Patricio Di Stefano (PRO), presidente de la Comisión Especial de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico; y los diputados Eduardo Epszteyn (Diálogo por Buenos Aires) y Sergio Abrevaya (Coalición Cívica). También el Poder Ejecutivo fue autor de algunos proyectos transformados en ley.

Patrimonio Cultural y Sitios Históricos

También se aprobaron leyes que declaran como bienes integrantes del Patrimonio Cultural de la Ciudad al Hospital Santa Lucía, la sede central de la Sociedad Argentina de Escritores, La Botica del Ángel y el edificio del colegio Nº 3 Mariano Moreno. En primera lectura se protegieron de esta misma manera al Instituto Félix Fernando Bernasconi, a la Sede Central de la Federación de Círculos Católicos de Obreros y al edificio de “Talleres Protegidos de Rehabilitación en Salud Mental Eva Perón”.

En primera lectura se protegieron y declararon Sitios Históricos los Talleres Ferroviarios Liniers, la Parroquia de San Patricio, el Palazzo Rossini, y el ex centro de detención clandestino “Garage Azopardo”.

Leyes generales

Cabe destacar leyes de gran importancia para la protección patrimonial de la Ciudad que se aprobaron en 2010. Por un lado, la ley 3680 que prorroga el procedimiento de Promoción Especial de Protección Patrimonial hasta el 31 de diciembre de 2011 para edificios anteriores a 1941. Sus autores son los diputados Martín Hourest (Igualdad Social), Fernando Sánchez y Sergio Abrevaya (CC), Patricio Di Stefano (PRO) y Eduardo Epszteyn (DBA).

Por el otro, se aprobó la Ley 3686 de Recuperación de Edificios Existentes, que mejora las condiciones de aprovechamiento y de uso de inmuebles anteriores a la sanción del Código de Planeamiento Urbano de 1977. Lo hace al contemplar las particularidades edilicias y funcionales de estos inmuebles, que muchas veces no cumplen con los requerimientos modernos de la construcción, pero que representan la historia edilicia de la ciudad. Además, regula el reciclado, que hasta ahora era imposible hacerse sin incumplir alguna norma moderna, como sucede con las casas chorizo o la confitería El Molino. La iniciativa es de la diputada Silvina Pedreira.

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