jueves, abril 18

TEATRO EN LA MUNICH

Castings eran los de antes y El nombre del olvido, son dos de las puestas teatrales que ofrece la Dirección General de Museos en el histórico edificio de La Munich de la Costanera Sur, en Av. de los Italianos 851. La primera de estas obras se realiza todos los domingos a las 18, con un valor de la entrada de  $ 10.00. La segunda, los viernes a las 20.30, con entrada libre y gratuita.

Castings eran los de antes. Melodías de otras épocas para cantar y bailar. Junto a las voces de Silvia Antonic, Celina Torres y Antonio Seoane y el piano de Carlos Koffman, el público puede participar del espectáculo cantando y bailando o simplemente escuchando bellas canciones, mientras disfruta de exquisiteces gastronómicas, acompañadas con un excelente té o una helada cerveza.

El nombre del olvido. Es una versión de Daniel Miglioranza sobre textos de Federico García Lorca, John Donne, Lope de Vega, Juan Gelman, Oliverio Girondo, Enrique Molina, Jorge Boccanera, Daniel Miglioranza. Hecho teatral en un acto donde la poesía y la música conversan, se acompañan, celebran y cuentan la historia más vieja del mundo el Amor y el Desamor. Duración 50 minutos.
Esta obra transcurre en un bar, donde cada día un músico al piano acompaña a los que allí disfrutan de una copa, una charla o de su propia soledad. Un día a la semana aparece este hombre que el pianista espera como un momento de encuentro para ambos. Este hombre, a través de los poemas, le comparte al músico sus historias y devenires.
Dos generaciones, pero siempre un mismo y eterno sentimiento, El Amor y el Desamor, y, más allá, la esperanza.
No se trata de un recital de poemas con un músico que acompaña, si no que el músico, a través de lo que este hombre le va compartiendo, improvisa desde su expresión en el piano todo lo que esta conversación le produce.
Hay un breve interludio en el que el músico queda solo y recorre todas las sensaciones que vivió hasta ese momento. Luego en el epílogo se vuelven a encontrar, dejando un mensaje de esperanza.
Cuando un hombre sigue siendo un buscador más allá del olvido, no olvida su propia voz ni su propia melodía. La poesía y la música, dos hombres, dos complicidades, la vida en lo eterno de la expresión del hombre, la palabra y la música.

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