viernes, abril 26

ARTISTAS PRECARIZADOS EN EL COLÓN

El Ballet Estable del Teatro Colón nace en 1925 con la inquietud de «saciar con artistas nacionales la sed de ballet del público vernáculo», inspirado en los Ballets Russes de Serguei Diaghilev y signado por la impronta del ballet moderno. Innumerables artistas con carrera internacional surgieron de su seno y notables directores tuvieron en sus manos la magnifica tarea de guiar los pasos del elenco que lo integra.

A punto de cumplir 95 años de existencia, en pleno siglo XXI, el Ballet Estable del Teatro Colón manifestó ante el público la delicada situación en que se encuentra. Lo hizo el 18 de diciembre, tras el estreno del Lago de los cisnes, junto a les integrantes de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Denunciaron el destrato que sufren:  «Hemos tomado la decisión de dar a conocer nuestros acallados reclamos, esperando sean atendidos con urgencia. Es sistemática la precarización laboral, tanto hacia bailarines de planta permanente, como a contratados anuales y de refuerzo por obra. Se han dejado de valorar y respetar derechos laborales garantizados por nuestro reglamento vigente y los de uso y costumbre históricos que hacen a nuestra tradición. Esto ha resentido notablemente nuestros haberes durante los últimos tres años. Sumado a un sueldo ya lastimado por la coyuntura económica desfavorable», expresaron, al tiempo que desplegaban pancartas en el escenario y el foso de la orquesta donde se leía: «Sueldos dignos», «Dignidad laboral», «Basta de precarización laboral» y «Basta de abusos de poder».

La mayoría de les integrantes del cuerpo de baile que dirige Paloma Herrera son contratados: no cuentan con ningún tipo de cobertura por lesiones; ni tienen derecho a acceder a la jubilación, que por razones naturales para los bailarines es a los 45 años. La diferencia de sueldo entre un estable y un contratade ronda el 40%, y la puntualidad en los pagos es inexistente.

«La desidia e inoperancia de la dirección ha menoscabado nuestro prestigio internacional. Nadie se responsabiliza por las gestiones en la órbita Ballet y hemos llegado al límite de tener que levantar funciones por no estar garantizadas las mínimas condiciones de trabajo, indispensables y requeridas por reglamento», señalan desde el elenco.

«La señora Paloma Herrera, no ha logrado establecer ningún canal de dialogo con este cuerpo artístico. Esto genera un clima hostil en el ambiente de trabajo y daña gravemente nuestra naturaleza. La directora del ballet no logra manejarse dentro de los márgenes institucionales», señala desde el cuerpo artístico y denuncian que los directivos tienen «Sueldos de élite, mientras que les trabajadores de la Cultura seguimos precarizades».

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