Desde 1974, todos los años, se lleva a cabo en nuestra ciudad La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, un evento sociocultural de singular importancia que convoca a personas de diferentes edades y estratos económicos que se acercan al libro, la lectura y los autores, a través de múltiples y diversas actividades relacionadas al universo literario. Este año, por primera vez en la historia, este evento multitudinario fue suspendido a raíz la pandemia de Covid-19 impide que azota a gran parte del planeta y a nuestro país.
Desde 2013 la dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires realiza en un trabajo conjunto con la Fundación El Libro, responsable de este evento, una encuesta que tiene por objetivo contar con una descripción de las características sociodemográficas de los asistentes, la frecuencia y modalidad de asistencia a la Feria, el tipo de actividades que realizan durante la visita y la compra de libros. Asimismo, se indaga sobre los hábitos de lectura de los jóvenes de entre 16 y 24 años, acerca de sus motivaciones al respecto, el género de los libros, la fuente de conocimiento para la elección de los libros, el seguimiento de “booktubers” y la asistencia a librerías
Por séptima oportunidad consecutiva, la encuesta, sobre un universo de más de dos mil visitantes consultados mediante un software especialmente diseñado, arroja información valiosa sobre el perfil sociodemográfico de los visitantes, su fidelización, las actividades que se privilegian y los hábitos de lectura, especialmente entre los jóvenes de 16 a 24 años de edad.
Datos de valor (encuesta 2019)
– El público asistente no residente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires viene en aumento. Era poco menos de la mitad entonces, pero hoy llega casi al 60 por ciento. Esto habla de un creciente atractivo que la Feria constituye para personas del interior y exterior (en este segundo caso, aumentó un uno por ciento en las dos últimas ediciones). Del total, casi un 80 por ciento declaró haberla visitado en otras ediciones, lo que resulta alentador porque cada año más de un 20 por ciento es público novel.
– El 40 por ciento de los jóvenes entre 16 a 24 años declaró haber ido entre una y tres veces y un 30 por ciento lo hizo por primera vez. De este segmento muy participativo, para los cuales la oferta cultural crece año tras año, el 47 por ciento expresó como motivo principal de la visita la compra de libros, la asistencia a una actividad o la firma de ejemplares. El 40 por ciento compró de uno a tres libros; el doce por ciento, cuatro o cinco; el diez por ciento, más de cinco. El 90 por ciento dijo haber leído libros, en el último año, por elección propia.
– Aunque la ficción lidera las preferencias, es llamativo el ascenso de la no ficción (ensayo, periodismo, autoayuda).
– El nivel educativo de los asistentes sigue siendo alto, sin variantes de importancia: 11,8 con secundario completo; 38,5 con superior incompleto; 36,4 con superior completo.
– Las mujeres superan levemente a los hombres en su condición de lectoras habituales. Donde la crisis económica de los últimos años mostró su lamentable resultado, fue en el descenso de 17,8 a 15,9 por ciento de los compradores que llevaron más de cinco libros.
– De todos modos sigue siendo destacable la relación tradicional de los asistentes con el principal canal de venta argentino: la librería. El 82 por ciento de los mismos declaró haber comprado, en los tres últimos meses, en librerías a la calle, y un 22,4 en las de centros comerciales.