jueves, diciembre 12

MENOS SELLOS, MÁS SALUD

Los sellos negros que aparecen en los envases de alimentos son una herramienta importante para informar a los consumidores sobre los niveles de nutrientes críticos en los productos. Implementados a partir de la puesta en marcha de la Ley de Etiquetado Frontal, tienen como objetivo principal advertir sobre altos contenidos de azúcar, sodio, grasas saturadas y grasas trans, los cuales pueden tener un impacto negativo en la salud si se consumen en exceso. Sin embargo, según la Federación Argentina de Cardiología (FAC), el conocimiento y la comprensión de la población sobre el significado y la importancia de estos sellos aún es limitado. La FAC destaca la necesidad de fortalecer las campañas de educación nutricional para que los consumidores puedan hacer elecciones alimentarias más saludables y conscientes, contribuyendo así a la prevención de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud relacionados con la dieta.

Según una investigación realizada por ShopApp en junio del año pasado, da cuenta de que tan solo el 28% de las personas encuestadas sabe bastante o mucho sobre la Ley de Promoción de Alimentación Saludable, más conocida como de etiquetado frontal. Este dato contrasta con el que indica que el 67% de los encuestados que dijo estar de acuerdo con la medida.

En este sentido, la Federación Argentina de Cardiología (FAC) ha asumido un papel importante en la educación de la población sobre los sellos nutricionales presentes en los alimentos. Estos sellos, que se volvieron obligatorios por ley, buscan informar a los consumidores sobre los niveles de nutrientes como azúcar, sodio, grasas saturadas y calorías, con el fin de promover hábitos alimenticios más saludables. Es así como la FAC analiza cada uno de estos sellos y su impacto en la salud cardiovascular, brindando orientación basada en las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La organización científica reconoce la responsabilidad de ayudar a la población a comprender el significado de estos valores nutricionales, ya que una interpretación adecuada de los mismos puede aportar beneficios tanto en el ámbito terapéutico como preventivo, contribuyendo a la mejora de la salud y el bienestar de la comunidad.

La mala alimentación colabora en la generación de hipertensión arterial, diabetes y obesidad, los tres factores más asociados con la mortalidad prematura y evitable o postergable en el continente americano”, apunta el Dr. Gustavo Alcalá, médico cardiólogo miembro de la FAC.

Las advertencias que se dispusieron en los envases permiten a los consumidores mejorar su alimentación y con esto su salud en general. Cabe destacar que una dieta balanceada acompañada de ejercicio físico es la mejor combinación para cuidar el corazón.

Así, en lo que respecta a azúcares, el sello que más preocupa a los consumidores (53%) según ShopApp, permite reconocer cuando un producto contiene una cantidad mayor al 10%, independientemente de la porción que se consuma, de este componente. “El exceso de azúcar puede llevar a condiciones como la obesidad y la diabetes tipo 2, que son factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. La recomendación es reducir el consumo de azúcar al 5% de la ingesta calórica diaria, esto equivale a no superar los 25 gramos de azúcar añadido por día para los adultos”, dice el Dr. Matías Arrupe, médico cardiólogo miembro de la FAC. Tomando como ejemplo el caso de una gaseosa, cuando se evalúa la proporción de calorías que aporta, el 100% proviene de azúcares, por lo que es un producto desequilibrado a nivel nutricional y no se recomienda. Este sistema no prohíbe elegirlos, solamente ayuda a tomar una decisión fundamentada.

En tanto que las grasas saturadas, que preocupa al 52% según ShopApp, pueden aumentar el colesterol LDL, conocido como «colesterol malo». El sello aparece cuando 10% o más de las calorías provienen de este componente crítico. Según Alcalá, “en países que lo han aplicado en los últimos años, como Chile que los tiene desde 2016 y prohibió también por ley la venta de productos con exceso de grasas, azúcares y sodio en las escuelas, se documentó la reducción del consumo de estos productos y prefirieron los que no muestran advertencias frontales”.

Por otra parte, el sodio, con un nivel de preocupación del 44% en el estudio mencionado, puede elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. “El consumo de sal debe limitarse a menos de 5 gramos por día (aproximadamente una cucharadita), ya que la sal en exceso es una de las principales causas de hipertensión”, señala Silveyra. El sello aparece cuando el contenido de sodio es mayor o igual a 1 mg de sodio por 1 kcal.

Además, las grasas totales juegan un papel crucial en la salud arterial y en el manejo del colesterol. “Es vital mantener un equilibrio en la ingesta de grasas. Las grasas insaturadas, como las que se encuentran en el aceite de oliva y los frutos secos, son beneficiosas para la salud cardiovascular”, comenta el Dr. Arrupe. En este caso, el sello advierte por una cantidad excesiva de grasas totales, en cualquier cantidad dada del producto, que es igual o mayor al 30% del total de energía (kcal).

Finalmente, las calorías mantienen una estrecha relación con el peso corporal, la edad y la actividad que se realice. No es lo mismo una persona joven que desarrolla actividad física intensa que aquella de mayor edad que lleva una vida sedentaria. Solamente en este caso el sello “exceso de calorías” tiene valores máximos que se establecen por cada 100 gramos de producto, pero solamente para los que presentan excesos de azúcares o grasas.

Además de los octógonos negros, los alimentos también deben incluir dos advertencias: “Contiene edulcorante, no recomendable en niños” y “Contiene cafeína, evitar en niños”. Estos dos componentes afectan a los más chicos dado que los edulcorantes pueden producir cambios de apetito y aumentar la preferencia por el gusto dulce. “El consumo de edulcorantes y cafeína en niños puede afectar su desarrollo metabólico, entre otras cosas”, explica el Dr. Sylveira. Estas advertencias suelen estar presentes en muchos productos dietéticos, especialmente las bebidas que consumen muchos niños a diario. Por su parte, el consumo de cafeína puede generar ansiedad, hiperactividad, problemas de sueño y elevación de la tensión arterial.

Tener presentes estos consejos al momento de hacer las compras producirá un beneficio en la salud cardiovascular en general. La FAC continuará trabajando para educar a la población sobre la importancia de una alimentación saludable y consciente.

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