viernes, diciembre 13

EL ZANJON DE LOS GRANADOS

En Defensa 755 se encuentra el Zanjón de los Granados, una vivienda aristocrática que se construyó con 23 habitaciones en 1830 y luego de la fiebre amarilla de 1871 se convirtió en conventillo. En 1974 fue abandonado y usado como un basural. Después de 20 años de trabajos de reciclaje y recuperación del patrimonio, el año pasado el lugar abrió sus puertas para visitas guiadas diarias en las cuales se pueden observar enormes túneles, cisternas, una celda de esclavos, utensilios utilizados en siglos anteriores y otras peculiaridades del pasado. Este uno de los pocos ejemplos de reciclaje de una construcción que busca preservar el patrimonio histórico. Allí se realizan visitas guiadas en un viaje para imaginar historias del pasado. Según dicen los guías algunos historiadores ubican en las barrancas del Zanjón de Granados, el sitio de la primera fundación de Buenos Aires en 1536 por Pedro de Mendoza. Se basan en un testimonio de Ulrico Schmidl, un cronista alemán que lo acompañó en el viaje y fue el primer historiador del Río de la Plata

Por Chile y Defensa pasaba el arroyo Tercero del Sur, que marcaba la división al sur de la ciudad. En tiempos de Juan de Garay se lo conocía como Zanjón de Granados. Cuando se fundó en 1580 Buenos Aires estaba dividida por límites naturales marcados por zanjas muy grandes con arroyos El Zanjón del norte desembocaba en lo que hoy es Recoleta. El Zanjón del medio desembocaba en el Río de la Plata en lo que hoy es Plaza San Martín, en Retiro.

Mientras que el Zanjón del sur que pasaba por Chile y Defensa, desembocaba en el Río de la Plata, donde ahora está Paseo Colón y Chile. Defensa y Chile es la última manzana de la ciudad fundada por Garay.

En la lujosa casa aristocrática que en 1830 inauguró la familia Miguens, se observa un símbolo de distinción en la terraza que es un alto mirador, desde donde se veía el puerto de Buenos Aires. También se ven los cimientos de una pequeña celda de castigo para los esclavos, un cruel testimonio del siglo XIX Entre otras características la construcción contaba en el primer piso con 23 habitaciones, dos baños, la cocina y tres patios, -uno utilizado para carruajes-, un enorme salón -donde hace unos años funcionó en una galería comercial-, una cisterna y enormes túneles que se pueden recorrer en la visita guiada.

Entre otros restos arqueológicos se encontraron utensilios como bolitas de vidrio, monedas, cubiertos, frascos, porcelanas, azulejos, cepillos, cerámicas, restos de pipas y otros elementos que fueron rescatados de las excavaciones y se exhiben en vitrinas. En el trabajo de reconstrucción de los cimientos, participó el Director de Arqueología Urbana del Gobierno de la Ciudad, el arquitecto Daniel Schavelzon.

Los dueños de la vivienda original de Defensa 755 se mudaron después de la epidemia de fiebre amarilla de 871. Los cuartos de la casa fueron alquilados, convirtiéndose en un conventillo donde vivían hacinadas 23 familias que compartían entre todas una cocina y dos baños. Como testimonio de época, en 1907 en los conventillos de la zona sur se realizó una histórica huelga de inquilinos que reclamaron rebajas del precio del alquiler y mejores condiciones de vida. En 1974 el predio quedó abandonado y se convirtió en un depósito de basura, hasta que en 1985 comenzaron los trabajos de reciclaje de la casa. La idea original de la empresa que compró el lugar era hacer un restaurante con una arquitectura moderna.

Mientras hacían los trabajos de perforación y excavación descubrieron un túnel por donde pasaba el antiguo arroyo que recorría este sector de Buenos Aires y fue entubado alrededor de 1820. Entonces decidieron restaurar la construcción con el trabajo de arqueólogos. La casa está asentada sobre largos túneles del arroyo olvidado después de su entubamiento. Túneles centenarios rescatados bajo las baldosas de San Telmo.

Se mantienen los ladrillos originales de adobe, que fueron reforzados con cemento para reforzar la estructura. También se recuperaron los cielorrasos. El Zanjón pasó a ser después de 20 años de trabajos de restauración, un espacio privado recuperado para el patrimonio. Un viaje hacia las entrañas de la ciudad, hacia túneles y subsuelos que inspiran a la misteriosa Buenos Aires.

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