martes, diciembre 10

DE LAS CALLES DE BUENOS AIRES AL METAVERSO

El graffitero holandés, residente en Buenos Aires, Nase Pop realizó una intervención artística en Decentraland, una obra urbana plasmada en el metaverso construido en la blockchain de Ethereum.

Se trata del primer graffiti que un artista realiza en Ethereum, una plataforma de código abierto basada en la tecnología blockchain, que se aloja en muchas computadoras del mundo.

Decentraland, en tanto, es un entorno virtual con su propia economía, gestionada íntegramente por sus usuarios, de forma descentralizada; un espacio en el que los usuarios pueden formar parte de la comunidad que hay detrás del proyecto (como una ciudad, pero virtual).

Cada usuario puede crear su propio avatar para recorrer y ser parte de la experiencia, comprar parcelas de terreno (lands) que han llegado a venderse por cientos de miles de dólares, construir sobre ellas (spaces), organizar eventos, ser parte y vivir experiencias virtuales de manera inmersiva como recitales, exhibiciones de arte y fiestas.

En este vibrante contexto surgió el proyecto de Nase Pop, curado por Tamy Selvood y Victoria Tolomei, para intervenir el espacio virtual, el primer graffitero en dejar su arte allí: «Es la punta de un iceberg que me muero por explorar», adelantó el artista urbano.

Nase Pop reside hace más de diez años en Argentina, se formó en diseño gráfico y progresivamente fue incorporando herramientas digitales que le permitieron explorar como desarrollar su estilo artístico: geometría abstracta, el estudio de la tipografía y la arquitectura surrealista. El graffiti lo marcó y fue generando sus creaciones en espacios públicos.

En Decentraland, las diferentes propuestas artísticas giran principalmente en torno al distrito de arte (el Museum District) y diferentes proyectos de galerías en las cuales se vive una experiencia bastante similar a la de ver una exhibición solo que de manera digital: con nuevos recursos tecnológicos y estímulos visuales.

«No hay reglas, literalmente podés hacer lo que querés», contó Nase Pop, quién además considera que no se modificó su proceso creativo. «Al ser 100 por ciento digital, trabajo con modelos en 3D que acelera los tiempos y permite diseñar más allá de las posibilidades físicas actuales. De todos modos sigo dibujando a mano, armando los bocetos antes de pasar a la computadora».

En estos nuevos entornos digitales todo es tokenizable, por eso el graffiti de Nase Pop se lanzó con una invitación a recorrer y transitar este metaverso y, para los primeros 10 avatares que encontraron su graffiti, hubo recompensa: una obra en formato NFT gratuito para acompañar esta intervención.

«Nos encontramos frente a una nueva frontera: el metaverso y este novedoso espacio de sociabilización que le brinda a los artistas un escenario de creación que no tiene límites», analizó la curadora Tamy Selvood.

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