
Una vez más, la Usina del Arte fue el escenario que congregó a los mejores exponentes del tango en la Gran Final de la 21ª edición del Campeonato de Baile de Tango de la Ciudad. Este evento, que forma parte del preludio oficial del Mundial de Tango Buenos Aires, tuvo lugar recientemente y permitió coronar a las parejas ganadoras que representarán a la capital argentina en la próxima final del Tango BA Festival y Mundial 2025, que se realizará en el emblemático Movistar Arena.
La competencia se desarrolló en múltiples categorías, reflejo de la diversidad y profundidad del tango como manifestación cultural. En la categoría Tango de Pista Adulto, el jurado otorgó la victoria a la pareja conformada por Ariel Taritolay y Laura Casco Zorzon, quienes con su técnica impecable y profunda conexión en la pista lograron deslumbrar al público y a los jueces. En la categoría Tango de Pista Senior, los ganadores fueron Javier Santillan y Gladys Rivero, quienes aportaron experiencia, estilo y una interpretación sentida que los distinguió entre los finalistas.
Por otro lado, la categoría Milongueros del Mundo —que pone en valor la danza tal como se practica en las milongas porteñas con calidez y esencia social— tuvo ganadores en dos divisiones: la pareja de Orlando Nieto y Marcela Mansilla en Senior, y la dupla internacional de Sergei Kurkatov y Ksenia Rubina en Adulto. Estas parejas demostraron la universalidad del tango, que traspasa fronteras y se disfruta con la misma intensidad por bailarines de distintas partes del mundo.
Además, en la categoría combinada de Milonga y Vals, Ariel Taritolay y Laura Casco Zorzon volvieron a destacarse, acompañados de Luciano Capparelli y Rocío de los Santos, quienes consiguieron imponerse con sus ejecuciones rítmicas y elegantes. Todos los ganadores recibieron un premio económico significativo de 700 mil pesos y, lo más importante, la oportunidad de llevar el nombre de Buenos Aires a la final mundial del Tango BA Festival y Mundial en 2025.
El campeonato contó con la participación de más de 450 parejas provenientes de Argentina y de distintos países del mundo. Las rondas clasificatorias se desarrollaron durante más de una semana, desde el 30 de abril hasta el 8 de mayo, en distintos espacios emblemáticos para la cultura y la tradición milonguera de la ciudad: Devoto Tango Club, La Porteña en el Club Gricel, El Pial, Espacio Cultural Carlos Gardel, La Viruta, El Milongón de la Tradicional en el Marabú, y finalmente la Usina del Arte, donde se disputaron las semifinales y la esperada final.
En una jornada donde la música, el baile y la emoción llevaron el protagonismo, la Gran Final contó con la destacada participación de El Quinteto del Ángel. Este conjunto integrado por Adrián Enríquez en piano, Elizabeth Ridolfi en viola, Manuel Gómez en contrabajo, Franco Bruschini en bandoneón y Humberto Ridolfi en violín y dirección, brindó una ambientación musical sublime y nostálgica. La voz de Valeria Tomasini, intérprete de clásicos inmortales como “Vida mía” y “La noche que te fuiste”, acompañó cada momento de la competencia, generando un clima único y envolvente para todos los presentes.
El espíritu del tango, con su mezcla de melancolía, pasión y celebración cotidiana, quedó una vez más ratificado como parte insoslayable de la identidad porteña. En tiempos donde las pantallas, el vértigo urbano y las transformaciones culturales parecen diluir símbolos y saberes, el tango se mantiene vivo no solo como un baile o una melodía, sino como un lenguaje que continúa hilvanando historias, emociones y encuentros.
El recorrido por los salones y milongas de Buenos Aires, el rigor de las rondas clasificatorias, el encuentro de generaciones y culturas distintas, y la emoción incomparable de la final en la Usina del Arte configuran un relato que trasciende el simple hecho de triunfar. Es la historia de un género que se renueva y se proyecta hacia el futuro, a partir de sus raíces más profundas, celebrado y defendido por toda una ciudad que se enorgullece de su legado tanguero.
La 21ª edición del Campeonato de Baile de Tango de la Ciudad no solo premió a los mejores bailarines del año, sino que volvió a demostrar que el tango es mucho más que un baile: es cultura viva, identidad, pasión y comunidad. ¿Qué mejor manera de celebrar la esencia porteña que a través del abrazo infinito que el tango regala en cada paso, en cada nota y en cada mirada?