viernes, abril 25

LA CIDH Y EL ACCESO A LA SALUD DE LAS COMUNIDADES TRANS

El Día Internacional de la Visibilidad Trans, celebrado anualmente el 30 de marzo desde 2009, busca honrar a las personas trans y crear conciencia sobre la transfobia mundial. En este marco, la CIDH instó a los Estados miembros a prevenir y prohibir la discriminación por identidad y expresión de género en la atención de la salud, asegurando servicios integrales para personas trans, no binarias y de género diverso.

El organismo internacional advirtió que el acceso a la salud para personas trans y de género diverso en la región se ve gravemente limitado por la no adecuación de sus documentos de identidad, perspectivas patologizantes y altas tasas de violencia y discriminación. La discriminación institucional y el maltrato disuaden a muchas de buscar atención médica, incrementando su vulnerabilidad y riesgos para la salud.
El informe de la CIDH destaca que los sistemas de salud en América Latina y el Caribe a menudo no reconocen la identidad de género de las personas trans, lo que resulta en múltiples formas de discriminación y exclusión. Esta falta de reconocimiento se traduce en que muchas personas trans son identificadas públicamente por un nombre y un género que no corresponden a su identidad, generando angustia emocional. En términos de infraestructura, la inexistencia de instalaciones sanitarias inclusivas, como baños neutrales, puede convertir ciertos espacios en entornos inseguros. La exclusión en baños puede contribuir a problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, así como a complicaciones físicas relacionadas con el tracto urinario. Además, la falta de capacitación del personal médico puede llevar a que se nieguen tratamientos que son considerados exclusivos para hombres o mujeres cisgénero. Esto se agrava por la escasez de hormonas y los altos costos de atención médica no cubierta por los sistemas públicos. En 2024, durante una audiencia pública, se evidenció que las personas transmasculinas enfrentan dificultades significativas para acceder a servicios de salud adecuados. La situación es más grave para las mujeres trans, quienes son desproporcionadamente afectadas por el VIH. Asimismo, las personas no binarias y de género diverso siguen siendo ignoradas en las políticas de salud pública. La Corte Interamericana de Derechos Humanos enfatiza que el derecho a la salud es fundamental y debe ser garantizado por los Estados, quienes tienen la obligación de asegurar servicios accesibles y adaptados a las necesidades de la población.
La CIDH exhorta a los Estados a establecer un marco legal integral contra la discriminación en salud, a crear protocolos de atención con enfoque de género y diversidad sexual, y a capacitar adecuadamente a los profesionales médicos para atender a personas trans y de género diverso. Asimismo, los Estados deben garantizar el reconocimiento legal de la identidad de género de las personas trans, ya que esto es esencial para el acceso a la salud y a otros derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.
La CIDH reafirma su compromiso de promover, proteger y garantizar los derechos humanos de las personas trans y de género diverso, incluyendo sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, trabajando con los Estados y la sociedad civil mediante la cooperación técnica.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato se deriva de la Carta de la OEA y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana es responsable de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en esta materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes, elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, sin representar a sus países de origen o residencia.

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