lunes, diciembre 22

«UN MUNDO DE BUSQUED» EN EL RECOLETA

El Centro Cultural Recoleta expone desde mediados de diciembre “Un mundo de Busqued”, una muestra dedicada exclusivamente a la vida y la obra de Carlos Busqued, el escritor chaqueño que irrumpió en la literatura argentina en 2009 y murió en marzo de 2021. Curada por Juan Maisonnave, la exhibición ocupa las Salas 2 y 3 y reúne por primera vez los objetos personales que acompañaron el laboratorio creativo de un autor que publicó apenas dos novelas en vida, pero dejó una obra —pequeña, intensa y singular— que sigue inquietando.

La disposición deliberadamente desordenada: “restos, hallazgos y caprichos”, como los define Maisonnave, propone leer a Busqued no tanto por consignas biográficas, sino por la compañía material que articuló su imaginario. Allí están sus aeromodelos —minúsculos ingenios voladores que parecen metáfora de una curiosidad persistente—, cuadernos repletos de anotaciones, libros subrayados que delatan lecturas obsesivas, cómics y revistas, una mandíbula animal, un cuadro de Alack Sinner y las remeras con leyendas y bandas que vestían su identidad. Cada pieza dialoga con las otras: un gesto, una frase subrayada o una fotografía pueden, en conjunto, explicar más de su obra que un ensayo académico.

Bajo este sol tremendo, su primera novela (2009) lo consagró de inmediato: traducciones al inglés, italiano, francés y alemán y una adaptación cinematográfica en 2017. Magnetizado (2018), escrito como una conversación con Ricardo Melogno, desdibuja las fronteras tradicionales del género —entre entrevista, crónica y narración— y confirma su apuesta por un lenguaje que rehúye modelos reconocibles. Esa pertinaz singularidad se hace visible en la muestra: no hay una cronología que obligue a leer la vida como progreso, sino una acumulación de objetos que sugieren hábitos, obsesiones y contradicciones.

Maisonnave propone una lectura doble: para los lectores de siempre, la posibilidad de regresar a sus textos desde el entorno íntimo que los alimentó; para los desconocedores, una introducción a un “ecosistema material” que permite entender por qué la prosa de Busqued cala hondo. Ver las libretas donde nació una frase, la remera que llevaba mientras escribía, el cómic que discutía con una página, es acercarse a la manufactura de un estilo tan frío como penetrante.

La muestra funciona como arqueología de una subjetividad literaria: no pretende idolatrar, sino exhibir lo cotidiano que, en su acumulación, devino en una poética. Hay, además, un matiz luctuoso: los objetos, ahora ordenados para la exposición, hablan también de ausencia. Lo que queda es una tensión entre la materialidad doméstica y la distancia que impone la muerte: los restos cobran voz y leen por nosotros. En esa voz se escucha la particular manera de Busqued de mirar el país, sus márgenes y sus ruinas humanas, una mirada que en sus páginas se articula con humor seco, ironía y una precisión casi científica.

Carlos Busqued nació en 1970 en Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco; vivió en Córdoba desde los quince años y se formó como ingeniero metalúrgico. Se mudó a Buenos Aires en 2006–2007. Su primera novela, Bajo este sol tremendo (2009), recibió mención en el Premio Herralde y lo ubicó entre los escritores más destacados de su generación; en 2017 la novela fue filmada por Israel Adrián Caetano como El otro hermano. Magnetizado (2018) desafió las clasificaciones genéricas y, de forma póstuma, en 2022 apareció Borderline Carlito, una selección de entradas de su blog.

La muestra puede visitarse hasta el 1 de abril de 2026, con entrada libre y gratuita para residentes y argentinos de martes a viernes de 12 a 21 h; sábados, domingos y feriados de 11 a 21 h.

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