domingo, julio 6

INSTITUTO DEL TIEMPO SUSPENDIDO

Este sábado 5 de julio se inauguró en la Ciudad de Buenos Aires, el Instituto del Tiempo Suspendido (ITS), una propuesta artística que busca cuestionar y replantear nuestra relación con el tiempo contemporáneo, que se expone en el MUNTREF Centro de Arte Contemporáneo y Museo de la Inmigración, ubicado en la histórica Sede Hotel de Inmigrantes, en Av. Antártida Argentina S/N, un lugar emblemático situado entre la Dirección Nacional de Migraciones y Buquebus.

El ITS surge como un proyecto curado por BIENALSUR, bajo la autoría de los artistas españoles Javier Bassas (ESP-Catalunya) y Raquel Friera (ESP). El instituto se presenta no solo como un espacio para el arte, sino como un medio de investigación conceptual, con un fuerte énfasis en la deformalización estética y, fundamentalmente, en la suspensión de las concepciones convencionales del tiempo.

La propuesta del ITS invita a una profunda reflexión: “Bienvenidos al Instituto del Tiempo Suspendido, hace mucho que esperábamos este momento… «¿Cuándo fue la última vez que hablaste sinceramente sobre tu relación con el tiempo?». Esta interrogante centraliza la experiencia que los creadores desean despertar en el público, promoviendo un cuestionamiento respecto al tiempo lineal, cronométrico, homogéneo, productivo y aceleracionista que caracteriza nuestra sociedad actual, a lo que denominan “la hora occidental”.

El Instituto del Tiempo Suspendido tiene como objetivo desnaturalizar la experiencia habitual y dominante del tiempo. En un mundo marcado por el neoliberalismo y sus consecuencias, la vida cotidiana suele encontrarse subordinada a un régimen temporal impuesto que se traduce en estrés laboral, imposiciones de pseudo-ocio digital y presiones socio-familiares para “no perder tiempo”. Este entramado invisible, y muchas veces inadvertido, condiciona las prácticas estéticas, sociales y políticas del presente.

La crónica de esta inauguración no puede omitir la relevancia del lugar escogido: el Hotel de Inmigrantes, un lugar simbólico de recepción y encuentro de diversos tiempos personales y sociales en la historia argentina, hoy se convierte en el escenario para una reflexión crítica sobre la manera en que vivimos el tiempo. El ITS se presenta entonces como un anti-instituto o “destituto”, un espacio que desafía los ritmos normativos e impuestos de nuestra época y propone ejercicios de reapropiación del tiempo como resistencia.

Desde la curaduría de BIENALSUR se explica que “cada época y cada sociedad tiene su propia crononormatividad, ese conjunto de normas, implícitas o explícitas, que escanden imperativamente nuestras vidas. (…) Se trata de entender que nuestro modo de vivir el tiempo depende de un ‘régimen temporal’ que cada época impone como forma del poder. En nuestra época, el régimen temporal se fundamenta en el productivismo del poder económico, financiero, tecnológico”. En esencia, el Instituto propone una resistencia estética y conceptual contra este dominio para recuperar el tiempo expropiado.

La inauguración del ITS promete abrir un espacio singular que trasciende lo meramente artístico: es una propuesta para retomar el control sobre el tiempo vivido, cuestionar las aceleraciones y las presiones que dominan nuestro cotidiano y explorar nuevas formas de existencia comprometidas con la desaceleración y la subjetividad temporal. La muestra se revela así como un momento clave para el arte contemporáneo en Buenos Aires y un punto de encuentro para quienes buscan pensar y vivir el tiempo con otras reglas, otras formas, otros sentidos.

El Instituto del Tiempo Suspendido se puso este sábado 5 de julio a las 14 horas, como un evento que invita a la ciudadanía a detenerse, observar y repensar la temporalidad que nos atraviesa, en un viaje creativo y crítico hacia la suspensión del tiempo impuesto.

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