
El bar «Un Café con Perón», ubicado en la calle Austria 2601, se enfrenta a un futuro incierto marcado por el cierre inminente y el desalojo ordenado por el Gobierno Nacional. Este espacio, que opera desde hace 15 años como una cooperativa y centro cultural, logró erigirse como un lugar emblemático, fuertemente arraigado a la historia de Juan Domingo Perón y Eva Perón.
La medida gubernamental, que se enmarca dentro de la disolución del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, ha provocado una enérgica reacción por parte de los trabajadores y de diversos sectores identificados con el peronismo. La cooperativa que ha gestionado el bar hasta ahora ha respondido con un llamado a la resistencia, organizando un abrazo simbólico al local y programando la presentación de la obra teatral «1955», como una forma de mantener viva la memoria y oponerse al cierre.
Las consecuencias del cierre son significativas. Afecta directamente a más de 30 familias que dependían del trabajo que generaba el bar. Además, se ha denunciado la medida como un acto de persecución ideológica dirigido contra símbolos del peronismo, una acusación que resuena en un contexto político y social sensible. La cooperativa tiene un plazo de 10 días para desalojar el inmueble, un ultimátum que ha sido recibido con la determinación de seguir trabajando y explorando todas las vías legales posibles para frenar la orden.
«Un Café con Perón» es mucho más que un simple bar. Es un espacio cultural impregnado de historia y memoria. El edificio que lo alberga, en sí mismo, es un testimonio del pasado. Formó parte del Palacio Unzué, la residencia presidencial de Juan Domingo Perón y Eva Perón hasta el golpe de Estado de 1955. Tras el derrocamiento de Perón, el palacio fue demolido con el objetivo explícito de evitar que se convirtiera en un sitio de peregrinación y culto peronista. Sin embargo, algunas estructuras resistieron la destrucción, entre ellas la casa del intendente del Palacio, que hoy alberga el café.
Desde su apertura en 2010, el bar ha sido gestionado por la Cooperativa de Trabajo «Lo de Néstor». Bajo su administración, el lugar se transformó en un espacio gastronómico y cultural accesible para todos. Más allá de ofrecer comida y bebida, el bar exhibe una vitrina con objetos históricos, una escultura de tamaño real de Perón y una agenda cultural variada que incluye obras de teatro, presentaciones de libros y conciertos.
Además de su oferta cultural, el café se ha consolidado como un punto de encuentro para la comunidad. Se realizan visitas guiadas que recorren la historia del peronismo y el bombardeo de Plaza de Mayo en 1955, uno de los episodios más trágicos de la historia argentina. Estas visitas, cargadas de simbolismo y significado, contribuyen a mantener viva la memoria colectiva y a transmitir la historia a las nuevas generaciones.