
Este 3 de junio de 2025 se cumplen 10 años del movimiento #NiUnaMenos en Argentina, una respuesta colectiva de feministas y diversidades a la violencia ejercida contra mujeres y personas trans. En 2015, el femicidio de la joven Chiara Páez, de apenas 14 años, fue el disparador de lo que a lo largo de estos diez años se convirtió en una fecha clave para visibilizar la problemática y exigir políticas públicas efectivas.
Este año, la marcha en Buenos Aires se realizará el miércoles 4 de junio en lugar del 3, para coincidir con la movilización de los jubilados y otros sectores afectados por el ajuste del gobierno. La concentración será a las 16:00 en Plaza Congreso, bajo consignas como «Unir las luchas es la tarea» y «La deuda es con nosotrxs», denunciando el impacto de las políticas actuales en las mujeres y diversidades.
Desde 2015, se han registrado más de 2.800 femicidios en Argentina, con un promedio de uno cada 31 horas. A pesar de los avances en legislación y concientización, la violencia de género sigue siendo una problemática urgente. La marcha de este año busca reforzar el reclamo por justicia, educación sexual integral y autonomía económica para las mujeres.
Diez años del #NiUnaMenos en la Ciudad de Buenos Aires
Un informe elaborado por la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) señala que en la Ciudad de Buenos Aires los femicidios representan el 62% del universo total de 199 homicidios dolosos de mujeres en una década. El informe, a cargo de la fiscal Mariela Labozzetta, señala que entre 2015 y 2024 se registraron en el territorio porteño 199 homicidios dolosos de mujeres, de los cuales 123 (62%) fueron clasificados como femicidios. Apuntando que entre las víctimas se destaca la sobrerrepresentación de las mujeres extranjeras (30%), las que se encontraban en situación de calle (8%) y las mujeres trans (6%).El análisis del trabajo permite observar el fenómeno y visibilizar cambios, dinámicas, persistencias y continuidades. Si bien los homicidios en la ciudad han disminuido en general, los casos que afectan a mujeres alcanzaron su punto máximo en 2015, con 32. Desde entonces, se observa una tendencia descendente, más pronunciada en los hechos sin motivos de género, mientras que los femicidios muestran una estabilidad comparativa.
Creada en 2015 por el Ministerio Público Fiscal de la Nación en respuesta a la política criminal y la demanda social del movimiento «Ni una menos», la UFEM se destaca por la recopilación de información sobre la evolución de la violencia contra las mujeres. En este sentido, destaca la importancia de la producción de conocimiento como un elemento fundamental en el abordaje de las violencias letales por motivos de género, cuyos ámbitos y características de despliegue son singulares y demandan el desarrollo de estrategias de persecución penal específicas por parte del Ministerio Público Fiscal de la Nación.
Los datos de las víctimas
El informe de la UFEM refleja la gravedad de la violencia letal contra las mujeres, en la mayoría de los casos, ejercida por varones con un vínculo previo con la víctima, incluso en casos sin un motivo de género explícito. Los 123 femicidios registrados en la Ciudad de Buenos Aires en los últimos diez años se caracterizan por haberse llevado a cabo en el ámbito privado (78%) y especialmente en el hogar de la víctima (67%). Además, se observa una sobrerrepresentación de mujeres extranjeras (30%), mujeres en situación de calle (8%) y mujeres trans (6%), lo que evidencia cómo la vulnerabilidad social incrementa el riesgo. En cuanto a las causas de muerte, una de cada tres víctimas fue apuñalada, mientras que el 20% murió por golpes y otro 20% por estrangulamiento o sofocación. Los disparos de arma de fuego fueron menos frecuentes (16%), y al menos 10 femicidios incluyeron elementos de violencia sexual (8%).
El impacto de estos crímenes es devastador: 49 niños, niñas y adolescentes perdieron a sus madres en casos de femicidio en la última década.
Los agresores
92% de los autores de femicidios fueron identificados, una proporción mayor que en otros delitos. Tras el femicidio, el 43% intentó huir, aunque también se observaron conductas como el encubrimiento (18%), el suicidio o su intento (14%) y la entrega voluntaria (8%). En el 86% de los casos, víctima y agresor tenían un vínculo previo: 77 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, y 19 por familiares. Por lo tanto, la mayoría de los femicidios fueron cometidos por hombres con un vínculo íntimo con la víctima, conviviendo en el 60% de los casos. El informe también destaca que en el 61% de los casos existían antecedentes de violencia del agresor hacia la víctima, siendo el femicidio la culminación de una agresión prolongada. 25 mujeres habían denunciado a su agresor (20%), y en ocho casos había una medida de protección vigente.
Travesticidios
El universo de femicidios incluye a ocho mujeres trans que, en comparación con las demás víctimas, evidenciaban una mayor vulnerabilidad interseccional. En estos travesticidios resalta que los agresores eran más jóvenes que las víctimas y que los ataques se concentraban durante las noches de fin de semana. Al igual que en otros femicidios, predominaron los espacios privados, el uso de armas blancas y la existencia de un vínculo previo entre agresor y víctima.