viernes, abril 25

El Centro Cultural de España en Buenos Aires presenta tres nuevas exposiciones emergentes que invitan a repensar la identidad urbana y el vínculo con el entorno.

El CCEBA inauguró tres innovadoras exposiciones interdisciplinarias, abiertas al público hasta el 31 de mayo (Paraná 1159). La curadora invitada Eva Grinstein seleccionó las propuestas, entre más de 120 proyectos internacionales recibidos en la convocatoria anual del CCEBA, para impulsar la producción artística emergente.
Las muestras –Luz propia (Sala I), La ligera sorpresa de la acción (Sala II) y Trance Hudson (Sala III)– conjugan las miradas artísticas de creadores provenientes de Argentina, Ecuador, España y México. Las exhibiciones exploran, a través de diversos medios visuales y sonoros, temas clave como la vida urbana, la identidad, la memoria colectiva y la relación entre el ser humano y su entorno, ofreciendo una experiencia profunda y multifacética.

La luz nocturna como arquitectura urbana, de Luz propia, reúne el trabajo interdisciplinario de una arquitecta y artistas visuales que exploran la ciudad como un organismo mutable cuyos límites entre lo público y lo privado se diluyen al caer la noche. La arquitecta Claudia Rofman, junto a la artista visual Gioti y el especialista en sonido Joaquín Laks, articulan una instalación en la que la luz nocturna deviene protagonista indiscutible.
La muestra, curada por Claudia Kozak, yuxtapone lenguaje gráfico y audiovisual, creando una atmósfera donde objetos cotidianos aparentemente triviales —una ventana, un aire acondicionado, una persiana— funcionan como nexos entre la intimidad doméstica y el espacio urbano. Cada ventana es planteada como un mini universo, una invitación a asomarse a vidas y relatos distintos, a pensar la ciudad como un tejido complejo de escenas interconectadas. Así, la luz se introduce como símbolo de identidad urbana, revelando cómo la arquitectura y el espacio público se transforman a través de la presencia humana.

La ligera sorpresa de la acción, curada por la mexicana Tania Puente, despliega un conjunto de obras que transitan entre los imaginarios de la ruina y la posibilidad, cruzando fronteras geográficas y temporales. La segunda sala presenta una convergencia de perspectivas artísticas —Jesu Antuña (España), Faktor (Argentina), Paula Proaño Mesías (Ecuador), Candela Sotos (España) y Rodolfo Sousa Ortega (México)— que invitan a la reflexión sobre la condición y transformación actual del planeta, evidenciando la mixtura de paisajes, deterioros y contradicciones contemporáneas.
Los paisajes de Faktor, por ejemplo, se sitúan en el umbral entre un mundo que parece colapsar y otro por venir, resonando con la sensación de incertidumbre y transición que caracteriza este tiempo histórico. Candela Sotos exhibe imágenes y un amuleto que formaron parte del proyecto Yrupé, que entabla diálogos con creencias ancestrales y lo espiritual.
Rodolfo Sousa Ortega, en su serie escultórica Misil suave, indaga en la genealogía del grafito, material cuya invención está atada a usos bélicos, pero que se resignifica en su obra. Jesu Antuña reutiliza renders digitales que ocultan construcciones, notando la recurrente presencia de pájaros, posiblemente como símbolo de vida y lo inesperado que persiste ante la artificialidad urbanística.
Finalmente, Paula Proaño Mesías desafía la separación tradicional entre naturaleza y humanidad desde la ecología espiritual en su obra Pulverizar el mundo, invitando a reimaginar nuestros vínculos con el entorno natural en clave crítica y poética.

Trance Hudson: memoria, paisaje y narrativa sonoro-visual sobre la llanura rioplatense se presenta en la tercera sala. La muestra colectiva, con obras de Ana Audivert, Manuel Barcia, Santiago Comín y Federico Grillo, explora la figura del escritor y naturalista argentino Guillermo Hudson (1841-1874). A partir de fotografías, pinturas y un ambiente sonoro envolvente, la exhibición invita a los visitantes a recorrer la vasta llanura rioplatense a través de la mirada y narrativa de Hudson. La puesta no solo rescata la memoria del territorio y su transformación estética y ambiental, sino que propone reflexionar sobre los cambios y amenazas que la región ha soportado con el paso del tiempo. La convivencia entre la escritura, la imagen y el sonido genera una experiencia inmersiva que posibilita un acercamiento sensible a la historia y al presente de este paisaje singular.

Las tres exhibiciones, acompañadas en su producción por el equipo del CCEBA con la asesoría curatorial de Laura Spivak, se inscriben en una línea de trabajo consistente en promover el arte emergente y la investigación contemporánea desde una perspectiva abierta y estratégica. Al conjugar artistas de varios países y disciplinas, los proyectos ofrecen al público espacios de encuentro crítico con la realidad urbana, el entorno y la memoria colectiva.

Datos prácticos para la visita
Las exposiciones podrán visitarse gratuitamente hasta el 31 de mayo, de lunes a viernes de 10 a 19 horas, y los sábados de 12 a 18 horas. Durante Semana Santa, el jueves 17 de abril permanecerán abiertas de 12 a 18 horas, con entrada libre para todo público. La dirección es Paraná 1159, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

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