martes, abril 16

SOBREVIVIENTES DE ABUSO INFANTIL

Adultos que fueron víctimas de abuso durante su infancia o adolescencia, entre ellos el joven que logró llevar a juicio y que se condenara a un cura del colegio Marianista, conformaron un grupo de «Sobrevivientes Protectores».

El grupo persigue el objetivo de visibilizar delito que, aseguraron, «queda impune en la mayoría de los casos».

«Más allá de compartir nuestras experiencias, los adultos que hemos sido víctimas sentimos que existe todavía un vacío de militancia que luche por visibilizar el abuso infantil y que permita generar una fuerza como se ha logrado, por ejemplo, en cuanto al género, la diversidad sexual o los derechos humanos», dijo Sebastián Cuattromo.

Cuattromo, de 37 años, logró el año pasado que la justicia condenara a Fernando Enrique Picciochi, un sacerdote del Colegio Marianista del barrio porteño de Caballito, a 12 años de prisión por haber abusado de él y de otros niños cuando iban a la escuela primaria.

Ese proceso no sólo fue reparador porque «al ver que la Justicia condenó a mi abusador sentí que se reconocía la gravedad de aquellos hechos», sino porque además el caso se convirtió en una «ícono que permitió visibilizar la problemática, que fue por lo que yo decidí hacer pública mi historia», explicó.

Desde el momento en que pudo poner en palabras el abuso y realizar la denuncia -diez años después de ocurrido-, comenzó a trabajar por un abordaje colectivo del tema, participando en espacios, charlas y debates y aportando su testimonio como víctima.

En este camino Cuattromo conoció a otras personas que habían pasado por situaciones semejantes y también a muchísimas madres que pelean contra la Justicia para proteger a sus hijas e hijos de padres abusadores.

Los «Sobrevivientes Protectores» trabajan en dos líneas: por un lado, brindan un espacio donde comparten experiencias quienes tuvieron situaciones de abuso, y por el otro realizan una intensa labor de difusión de la problemática, participando, por ejemplo, en encuentros y charlas en todo el país.

«Elegimos la palabra `sobrevivientes` porque da cuenta de la gravedad de lo que nos pasó, pero sin fijarnos en el lugar de la víctima y del padecimiento pasivo», describió.

Y añadió: «nosotros damos testimonio de cosas muy feas, muy dolorosas y muy angustiantes, pero lo último que queremos es generar esas sensaciones, sino que nuestro objetivo es hacer un llamado a romper el aislamiento, a lo colectivo».

«En cada lugar que vamos vemos cómo cuando se logra romper el silencio, el sufrimiento en soledad, se reducen los niveles de vulnerabilidad, incluso para aquellos que están litigando; por supuesto que no hay fórmulas mágicas, pero siempre es más fácil afrontar estas cosas en grupo», alentó Cuattromo.

Según el libro «Acceso a la Justicia de Niños/as víctimas», del juez platense Carlos Rozanski, en la Argentina se esclarecen entre el 1% y el 2% de los delitos sexuales que se denuncian, no que se cometen.

«Si se tiene en cuenta que en el caso de abuso sexual infantil sólo se denuncia menos del 10%, de cada 1.000 abusos se esclarece 1, por tanto 999 quedan impunes», indicó Rozasnki en el libro.

«El caso de Sebastián fue emblemático por la condena, pero tuvo un componente que lo hizo más fácil de digerir como sociedad que es que el abusador `estaba afuera`, es decir, no era un familiar», describió a Télam Silvia P., una mujer que denuncia que su hija fue abusada por su ex pareja, padre de la niña.

«Es muy difícil aceptar que ese tipo que elegimos, que fue el papá de nuestros hijos, es quien hace el daño», afirmó esta mujer que desde hace cuatro años vive un calvario para demostrar que su ex pareja, un hombre que fue preso político en la última dictadura militar, es un abusador.

La situación de Silvia «no es excepcional, un 70% de los delitos sexuales infantiles son intrafamiliares. Por otro lado, es un ejemplo de que este delito atraviesa a todas las clases sociales, todas las religiones y todas las ideologías», sostuvo Cuattromo.

«Nosotros luchamos contra un prejuicio que indica que ésto es patrimonio de los sectores más pobres y también con aquellos que creen que se da sólo en los ámbitos más conservadores y retrógrados: también se da en ambientes progresistas», advirtió.

Cuattromo señaló que «en los sistemas judiciales sigue habiendo una mirada patriarcal, se sigue revictimizando a las niñas, niños y adolescentes que sufrieron el abuso cuando, por ejemplo, se los expone a dar su testimonio frente a los abusadores».
Según Unicef, una de cada cuatro nenas y uno de cada seis varones fue víctima de abuso sexual en el mundo.

Para contactarse con la ONG que trabaja sobre el tema en el país se puede escribir a [email protected] o llamar al 4084-3385

 

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