jueves, marzo 28

MAPA DE LA DESIGUALDAD EN LA CIUDAD

Un análisis de las desigualdades sociales y económicas en la Ciudad de Buenos Aires en los últimos seis años fue presentado por los economistas Fernando Manzano, Fernanda Vallejos y Alejandro Robba de La graN maKro. Ellos observaron una «línea de continuidad con el paradigma neoliberal de los años 90 en la Ciudad», en base a números concretos. Los especialistas económicos puntualizaron la necesidad de reducir la brecha entre los barrios porteños del sur y del norte.
El informe muestra que «algunos barrios del sur (Villa Soldati, Villa Riachuelo, Villa Lugano, La Boca, Pompeya), se han dejado a la buena del ´Dios Mercado´, con un renunciamiento explícito a cualquier forma de política o regulación estatal».
Según los especialistas esta «dualización y desintegración social» fue medida en indicadores de la calidad de vida como «los servicios educativos, la salud, el transporte, los servicios urbanos y las viviendas».
«En efecto, mientras en la Argentina desde el 2003 se aplican políticas que incluyen a cada vez más argentinos con más y mejores derechos, en la Ciudad de Buenos Aires las desigualdades sociales, se reforzaron», dijeron.
Ejemplificaron de la siguiente manera: «En materia de saneamiento, el indicador de provisión de agua arroja que en las comunas del Norte es ínfima la cantidad de hogares que no posee cañería de agua dentro la vivienda (sólo el 0,5%) contra el 5,3% de los hogares de las comunas del Sur».
En cuanto a cobertura por red cloacal las comunas del Sur poseen 9 veces más hogares sin cloacas que las del Norte mientras que «a nivel nacional en el período intercensal 2001-2010 creció 16,4% el número de personas con acceso a provisión de agua. En relación con el desagüe cloacal, el crecimiento fue mayor, un 26,9%».
«Volviendo a la CABA, la brecha máxima de hogares con baja calidad de conexión a servicios básicos entre la zona Sur y la Norte es de 13 veces (o sea que de cada 100 casas, si en el Norte hay una con baja calidad de conexión, en el Sur hay 13)».
«Por su parte, el porcentaje de viviendas con mala calidad de sus materiales se encuentra entre 0,7 y 8,1% en las comunas representativas del Norte, y va entre el 16,8% y el 36,5% en las comunas del Sur, con una brecha máxima en desigualdad de materiales en la vivienda de 52 veces entre la Comuna 14 y 8 (de cada 100 viviendas, si en el Norte hay una con malos materiales, en el Sur son 52)», midieron los especialistas.
«Si consideramos la medición de hacinamiento por cuarto, la brecha máxima es de más de 5 veces entre la Comuna 13 (Norte) y la Comuna 8 (Sur)», mientras que «a nivel país, el Censo 2010 mostró un incremento de las viviendas de mayor calidad, con una reducción de 4,8 puntos porcentuales en las viviendas con características deficitarias».
«El 62,6% de las viviendas particulares habitadas del país tiene calidad de materiales aceptables, el 33% deberían recibir mejoras y sólo el 4,1% del parque habitacional debería ser reemplazado».
En cuanto a la desigualdad en la provisión de servicios de gas de red, «la diferencia máxima es de 14,5 veces entre la Comuna 13 y la Comuna 8. El porcentaje de hogares que no tiene acceso al servicio de red de gas natural en promedio es 2,9% en las cuatro comunas representativas del Norte y de 17,6% en el Sur».
En cambio, «a nivel nacional, la población con acceso al servicio de gas de red aumentó en un 21,7%, durante el período intercensal».
«La política inmobiliaria, en los años de gestión del macrismo se expresa en una brecha diferencial máxima en cuanto a permisos de construcción de nuevas viviendas de 1356%, entre las comunas del Norte y del Sur, lo que revela que la construcción, en su inmensa mayoría, es un refugio para valorizar excedentes y no para resolver el déficit habitacional».
«En cuanto a las disparidades en el precio de las viviendas la brecha máxima era de 325% entre la Comuna 2 (Norte) y la Comuna 8 (Sur), a precios de la segunda quincena de abril del 2009 para el m2 de unidades residenciales en venta, pero los precios altos se empiezan a correr hacia el sur, incrementando lo que podríamos denominar la «frontera inmobiliaria» (si hiciéramos un paralelo con la frontera agropecuaria de la Zona Núcleo)».
A nivel Nación, «con respecto a la cantidad de viviendas, se observa un incremento del 14,7%, durante el período intercensal, que derivó en una reducción del porcentaje de hacinamiento crítico en el total del país. Esto, al mismo tiempo, se ve reforzado por el impacto del plan PROCREAR que, a un año de su lanzamiento, llevaba entregados 35 mil créditos para la construcción de viviendas».
En materia educativa, «la brecha máxima entre la población que cursa o cursó niveles de estudios superiores es de más de 8 veces entre la Comuna 2 (Norte) y la Comuna 8 (Sur)».
En contraposición, a nivel nacional, «se crearon, durante la última década 9 nuevas universidades nacionales ancladas en territorios populares, que permitieron el acceso a los estudios superiores a una población que, según estudios de la UNAJ, son en un 95% primera generación de universitarios».
«Al mismo tiempo, el analfabetismo a nivel total del país disminuyó, en período intercensal, del 2,6% al 1,9%, y también aumentó la permanencia de la población en el sistema educativo en todos los grupos etarios. Entre las edades de 6 a 11 años asisten a la escuela 99 de cada 100 chicos, alcanzando el porcentaje más alto en la historia de nuestro país», remarcaron los economistas.
Asimismo observaron diferencias en otros ítems como «la brecha de ingresos y status en diferentes esferas de inserción de las personas, donde por ejemplo, «el promedio de ingreso en las comunas del Norte es de $ 6280 y en el Sur $ 3796».
Las sub ejecuciones presupuestarias en infraestructura y la falta de un programa integral de salud por parte de la gestión actual gestión de gobierno en la Ciudad, aumentó estas desigualdades.

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