viernes, abril 19

GATILLO FÁCIL ¡NI UN PIBE MENOS!

El Gobierno de la Ciudad no sanciona a los efectivos de la Policía Metropolitana que dispararon y mataron Roberto Autero e hirieron gravemente a Lucas Cabello en el transcurso del año 2015, denuncia el Observatorio de Derechos Humanos (ODH), tras  un pedido de informes al respecto.
«El Dr. Federico Fernández, Director General de la Dirección General Administrativa y Legal de las Fuerzas Policiales, dependiente del Ministerio de Seguridad y Justicia de la Ciudad, informó al ODH el lugar de emplazamiento de las cámaras de seguridad afectadas a las zonas de los hechos, detalló los números de sumarios administrativos y reconoció en sendas respuestas que, a la fecha, ‘no se han aplicado sanciones por este hecho’”, señala un comunicado de prensa emitido por la ODH.

«Sorprende que ante la gravedad de los hechos denunciados y las constancias claras que atribuyen responsabilidad de los efectivos ante los hechos, el Gobierno de la Ciudad no los haya sancionado. En el caso de Roberto Autero, han pasado más de 13 meses desde que recibió un disparo en la nuca del agente de la Metropolitana», sostienen desde el ODH.
Roberto Autero, de 16 años, fue asesinado en las inmediaciones del Parque Rivadavia por el agente Sebastián Ezequiel Torres, el 07 de febrero del año pasado. En tanto, que Lucas Cabello fue herido gravemente por el agente Ricardo Ayala, también de la Metropolitana, en las inmediaciones de su vivienda en el barrio de La Boca, en noviembre.
«La falta de sanción a efectivos involucrados en casos de gatillo fácil funciona como paraguas de complicidad de la fuerza hacia sus dependientes, demostrando una demora excesiva que redunda en potencial encubrimiento. La inexistencia de sanciones a la fecha, resulta inexplicable ante una imputación por homicidio agravado y otra por tentativa», señala el Observatorio e insta al Gobierno de la Ciudad a que «aplique las sanciones administrativas correspondientes con celeridad a fin de resguardar el más elemental sentido de Justicia y, al mismo tiempo, portar un mensaje claro hacia la fuerza de que no se toleran ni se avalan los casos de gatillo fácil».

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