jueves, abril 25

A LA ORBITA NACIONAL

Hoy se hizo pública la firma del acuerdo para traspasar el control de los ex centros de detención de la ciudad de Buenos Aires, a la órbita nacional. Si bien no trascendieron los detalles del acuerdo, firmado entre la presidencia de la Nación y el gobierno porteño, algunas versiones indican que el traspaso implicará la disolución del Espacio para la Memoria (IEM), un ente autónomo y autárquico -creado por una ley porteña- del que participan Madres de Plaza de Mayo (Línea Fundadora), la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Hermanos, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) y Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, además de personalidades como Beinusz Smuckler, Víctor Basterra, Stella Calloni y Ana María Careaga, entre otros.
Lo que sí confirmó el actual Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, es que es que el personal tiene garantizada la continuidad laboral.
Por su parte, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda aseguró que el convenio firmado con el gobierno porteño, por el cual se decidió ceder al Estado nacional los ex centros clandestinos de detención y tortura ubicados en la Capital se enmarca «en el compromiso del gobierno nacional con las políticas de memoria, verdad y justicia».
Y aclaró que “se traspasan los edificios bajo la figura jurídica de usufructo, por 30 años con el objeto que el gobierno nacional asuma la responsabilidad de la preservación y pueda realizar una mayor inversión y puesta en valor de todos los edificios».
De esta manera, el gobierno nacional podrá llevar a cabo las modificaciones en el Casino de Oficiales y el Edificio Cuatro Columnas de la ex ESMA. Sin embargo sobre este proyecto existe una fuerte oposición de parte de los sobrevivientes de ese centro clandestino de detención, como también la medida judicial de no innovar dictada por el juez Sergio Torres, que entiende en la causa por los delitos de lesa humanidad cometidos en ese lugar.
En ese sentido, Fresneda recomendó “no escuchar tantas especulaciones que buscan generar crisis en políticas de derechos humanos que lleva adelante el gobierno nacional», y aseveró estar dando cumplimiento con la ley de Sitios de Memoria que “me da competencia a mí como secretario de Derechos Humanos de la Nación a poder identificar inmuebles dispuestos por el terrorismo de Estado para llevar adelante semejante tragedia, señalizarlos y generar herramientas pedagógicas para formar en derechos humanos».
Por último, el funcionario, resaltó que «seguiremos avanzando porque tenemos compromiso con la historia, con nuestra propia historia y el mundo entero reconoce como pudimos resolver esta tragedia de impunidad con memoria, verdad y justicia a pesar de los que prefieren la apatía».

No banalizar la Memoria
En diciembre del año pasado la Asociación de Asociación de Ex-Detenidos Desaparecidos, hizo público el rechazo a la propuesta del ministerio de Derechos Humanos de la Nación de modificar el Casino de Oficiales de la ESMA.
“Toda propuesta parcial, tal como puede ser la intervención al Casino de Oficiales de la ESMA, debe estar enmarcada en una propuesta más amplia que incorpore a toda la ESMA como CCD y E, ya que toda la ESMA formó parte del andamiaje represivo”, señala el escrito y asevera que actualmente “sólo el Casino de Oficiales da muestra fehaciente de la ESMA como unidad puesta al servicio del genocidio durante la última dictadura militar y su funcionamiento como Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio”. En tanto que critica las actividades que se llevan a cabo en ese predio: como payasos, asados, recitales y plenarios proselitistas, por cuanto las mismas banalizan el lugar y la historia.
“Pretender «resignificar» el lugar sin nombrar las atrocidades sufridas por nuestros compañeros e ignorando que la inmensa mayoría de los detenidos desaparecidos lucharon por un país sin ninguna forma de opresión ni explotación, es sumarse a la construcción de una nueva forma de «olvido», que inevitablemente abre las puertas a todas las estrategias de reconciliación”, señalan y proponen que en tanto continúe esta situación de uso de la ESMA y no se avance en un debate que tienda a lo expresado en el primer punto, “no se realice ninguna modificación al Casino de Oficiales, incluyendo por supuesto la última propuesta presentada, que tiende a modificar física, visual y conceptualmente el lugar”.

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